Victoria y Pedro: Preparación para el matrimonio

Queremos transmitir nuestra gratitud a la hermana Catherine y la hermana Ula. Juntos hemos compartido unos maravillosos encuentros de catequesis y de formación para el matrimonio. A lo largo de estos casi seis meses, nuestros encuentros semanales formaron parte de nuestra vida.

Con gran gusto íbamos a la casa de las hermanas, donde siempre nos recibían cálida y hospitalariamente, tomar un té con dulces llegó a ser una agradable tradición.

No nos costó mucho tiempo crear una relación cercana y de confianza con las hermanas y después de unas cuantas formaciones, compartíamos libremente la experiencia de la relación entre nosotros y con la gente que nos rodea.

Cada formación era preparada con un particular cuidado. La hermana Catherine a menudo utilizaba para ellas material auxiliar que no era tan fácil encontrar y fue para nosotros extremadamente interesante y sencillo asimilar la nueva información. Nuestras catequesis eran en inglés pero resultaba fácil comprender las nuevas palabras, porque las hermanas hablan muchos idiomas: ruso, ucraniano, inglés, polaco, español, cosa que siempre  admiramos. En los encuentros formativos grupales conocimos a gente interesante de distintos países y nos alegraba mucho sentirnos parte de esta comunidad.

Después de cada formación íbamos a casa llenos de positivas emociones, pensamientos y planes.

Deseo a cada pareja que decida casarse que haga un curso de preparación. A vuestra seria decisión  debe seguir un no menos serio curso de preparación, prepararse cuidadosamente para cada clase y estar preparados a debatir e incluso discutir. Os conoceréis mejor el uno al otro porque el curso aborda todos los posibles temas y preguntas sobre los que, quizá, ni habéis pensado, ni dialogado en pareja. Estoy segura que las anotaciones que hagáis juntos durante este curso servirán para muchos años de vuestra relación y en los momentos difíciles siempre podréis volver a ellas y recordar vuestros sueños.

Hermana Catherine, hermana Ula, os deseo suerte en vuestro trabajo, que el amor y la fe que vive en vuestros corazones os inspire cada día como nos habéis inspirado a nosotros en cada encuentro. Juntos nos hemos acercado a Dios y el uno al otro.

Victoria y Pedro.